Después de ver “Casino Royale” me planteé que si me hubiese descargado la película de unos de esos malévolos programas de redes de pares, el eMule por ejemplo [guiño, guiño -Teddy Bautista- guiño, guiño], tendría que haberla subido de nuevo a la red para devolverla de lo tremendamente aburrida que es. Con menos escenas de acción de las habituales, aunque igualmente fantásticas, la película desfila ante un sin fin de pretendida tensión alrededor de una partida de poker, en la que lo más interesante es averiguar si después de esta nueva entrega Judi Dench abandonará a Bond para dedicarse al buen cine y al teatro. Por muy bien que paguen, la dignidad de una señora debe estar por encima de las anécdotas que pueda contar sobre el rubio en sus reuniones de té con pastas. Claro que debe perder grandes cantidades de dinero en sus partidas de bridge y por eso ya está en la nómina de la próxima entrega, “Bond 22” (es el título provisional del proyecto).
Que si rara es la combinación de Bond con un rubio, también lo es una película inglesa con un director mexicano y que ha dado como resultado “Hijos del hombres” o “¿Por qué me empeñaría ver esta película cuando las señales me decían que no lo hiciese?” Aburrida, absurda y pretendidamente intelectual cuando para criticar a Bush y a las leyes anti-inmigración no hace falta más que un megáfono, una pancarta e ir a una de las múltiples convocatorias de manifestación que hay en cualquier ciudad del mundo. Rellenar dos horas de película con una versión de la novela de ciencia ficción de P.D. James es todo un exceso que ni Julianne Moore, Michael Caine o Clive Owen pueden salvar. Lástima de contar con estos actores y no dar la talla ni en el guión ni en la dirección.
Y de adaptación de novela a adaptación de novela y ya es la tercera de la lista, “El perfume”. Esta película es al cine lo que el Ministerio de Vivienda a la especulación inmobiliaria, intranscendente (podía ser un chiste, pero no lo es). Gran trabajo del actor Ben Whishaw, que ya interpretara al mítico Richards en “Stoned”, y del siempre correcto Hoffman (de Alan Rickman no decimos nada porque para lo que sale…). Pero el resto es igualito que la novela, pero igualito de malo. Desde su inicio hasta su fin. Desesperado por encontrar algo decente que ver, me fui al cine de animación. “Ratonpolis” la elegida, a la espera de “Happy feet”. Ratones bien dibujados y parecidos a los que acompaña un prospecto en el que se advierte a los padres de los niños que no dejen a sus vástagos manejar maquinaria pesada mientras ven la película. Yo no lo leí, pero es que tampoco tengo hijos reconocidos. Como curiosidad el protagonista, que debió ser el elegido para el papel de Bond, es Hugh Jackman, que además de tener el honroso mérito de protagonizar la peor película de Allen de los últimos años, repite en el doblaje de animación con su participación en la de los pingüinos cantarines. En referencia a “Scoop”, lo que tiene que hacer el pobre Woody para vencer las mismas obsesiones con las rubias que torturaron toda la vida al genial Hitchcock.
Mucho cine comercial y poca calidad que se completa con “Los fantasmas de Goya”, “Deja vu” y “Pequeña Miss Sunshine”. De la primera, lo mejor de todo es darse el gustazo en producción de alquilar un par de días por unos miles de euros el parque de El Retiro para ti sólo. Del resto una pregunta recurrente, ¿por qué los actores españoles tienen la manía de doblarse a sí mismos y no dejan que hagan su trabajo los excelentes actores de doblaje? Bardem debería haberlo aprendido del nuevo hombre promoción, al que le costó mucho darse cuenta que su doblador hacia mejor de él, que él mismo. La segunda, protagonizada por Denzel Washintong, un cruce de ciencia ficción con caza al terrorista. En fin, dirigida por Tony Scott, el hermano tonto de Ridley, ¿qué se podía esperar? Y por último, que tanta acidez con el cine no puede ser bueno, la pequeña Sunshine, que me habían presentado como una mordaz visión de los Estados Unidos en los ojos de una familia típica, una revisión del sueño americano, cine independiente de gran contenido… “Sí, bueno, de acuerdo”, que diría la niña de Shrek. Es decir, si presentamos a un gay suicida con tendencia al fracaso, un padre competitivo como un marine, una madre que vive en su mundo, un hijo adolescente que no le habla a su familia como acto de rebeldía, una niña con tendencia a la obesidad que se presenta a concursos de belleza y un abuelo salido y cocainómano, tenemos la perfecta crítica a la sociedad estadounidense. Eso, o una película de Almodóvar, no te jode.
Veremos en este puente que nos espera. De momento promete la independiente de suspense “Brick” (veras que es como la de la niña) y la ácida francesa “Palacio Real”. Es que a uno le sale la vena republicana y no puede pasar por alto esta bonita historia de una logopeda reconvertida en princesa, a pesar de las malas críticas que acumula.
Con tanta promoción y efecto rebote casi olvido que Banderas tiene una película nueva. Que todavía no sé de qué va. Sólo que la ha dirigido él. La promoción es lo único que cuenta. Como “Crazy in Alabama” resultó bastante decente, incluso buena, con una gran Melania (y un banda sonora de lo más acerta), le daremos una oportunidad a esta aunque cuente con algunos de los actores más lamentables de las teleseries españolas.
Menos mal que ya queda menos para que estrenen "Rocky VI", que hará buenas al resto.
Que si rara es la combinación de Bond con un rubio, también lo es una película inglesa con un director mexicano y que ha dado como resultado “Hijos del hombres” o “¿Por qué me empeñaría ver esta película cuando las señales me decían que no lo hiciese?” Aburrida, absurda y pretendidamente intelectual cuando para criticar a Bush y a las leyes anti-inmigración no hace falta más que un megáfono, una pancarta e ir a una de las múltiples convocatorias de manifestación que hay en cualquier ciudad del mundo. Rellenar dos horas de película con una versión de la novela de ciencia ficción de P.D. James es todo un exceso que ni Julianne Moore, Michael Caine o Clive Owen pueden salvar. Lástima de contar con estos actores y no dar la talla ni en el guión ni en la dirección.
Y de adaptación de novela a adaptación de novela y ya es la tercera de la lista, “El perfume”. Esta película es al cine lo que el Ministerio de Vivienda a la especulación inmobiliaria, intranscendente (podía ser un chiste, pero no lo es). Gran trabajo del actor Ben Whishaw, que ya interpretara al mítico Richards en “Stoned”, y del siempre correcto Hoffman (de Alan Rickman no decimos nada porque para lo que sale…). Pero el resto es igualito que la novela, pero igualito de malo. Desde su inicio hasta su fin. Desesperado por encontrar algo decente que ver, me fui al cine de animación. “Ratonpolis” la elegida, a la espera de “Happy feet”. Ratones bien dibujados y parecidos a los que acompaña un prospecto en el que se advierte a los padres de los niños que no dejen a sus vástagos manejar maquinaria pesada mientras ven la película. Yo no lo leí, pero es que tampoco tengo hijos reconocidos. Como curiosidad el protagonista, que debió ser el elegido para el papel de Bond, es Hugh Jackman, que además de tener el honroso mérito de protagonizar la peor película de Allen de los últimos años, repite en el doblaje de animación con su participación en la de los pingüinos cantarines. En referencia a “Scoop”, lo que tiene que hacer el pobre Woody para vencer las mismas obsesiones con las rubias que torturaron toda la vida al genial Hitchcock.
Mucho cine comercial y poca calidad que se completa con “Los fantasmas de Goya”, “Deja vu” y “Pequeña Miss Sunshine”. De la primera, lo mejor de todo es darse el gustazo en producción de alquilar un par de días por unos miles de euros el parque de El Retiro para ti sólo. Del resto una pregunta recurrente, ¿por qué los actores españoles tienen la manía de doblarse a sí mismos y no dejan que hagan su trabajo los excelentes actores de doblaje? Bardem debería haberlo aprendido del nuevo hombre promoción, al que le costó mucho darse cuenta que su doblador hacia mejor de él, que él mismo. La segunda, protagonizada por Denzel Washintong, un cruce de ciencia ficción con caza al terrorista. En fin, dirigida por Tony Scott, el hermano tonto de Ridley, ¿qué se podía esperar? Y por último, que tanta acidez con el cine no puede ser bueno, la pequeña Sunshine, que me habían presentado como una mordaz visión de los Estados Unidos en los ojos de una familia típica, una revisión del sueño americano, cine independiente de gran contenido… “Sí, bueno, de acuerdo”, que diría la niña de Shrek. Es decir, si presentamos a un gay suicida con tendencia al fracaso, un padre competitivo como un marine, una madre que vive en su mundo, un hijo adolescente que no le habla a su familia como acto de rebeldía, una niña con tendencia a la obesidad que se presenta a concursos de belleza y un abuelo salido y cocainómano, tenemos la perfecta crítica a la sociedad estadounidense. Eso, o una película de Almodóvar, no te jode.
Veremos en este puente que nos espera. De momento promete la independiente de suspense “Brick” (veras que es como la de la niña) y la ácida francesa “Palacio Real”. Es que a uno le sale la vena republicana y no puede pasar por alto esta bonita historia de una logopeda reconvertida en princesa, a pesar de las malas críticas que acumula.
Con tanta promoción y efecto rebote casi olvido que Banderas tiene una película nueva. Que todavía no sé de qué va. Sólo que la ha dirigido él. La promoción es lo único que cuenta. Como “Crazy in Alabama” resultó bastante decente, incluso buena, con una gran Melania (y un banda sonora de lo más acerta), le daremos una oportunidad a esta aunque cuente con algunos de los actores más lamentables de las teleseries españolas.
Menos mal que ya queda menos para que estrenen "Rocky VI", que hará buenas al resto.
Casino Royale me gustó bastante.
ResponderEliminarLos hijos de los hombres me gustó.
Scoop me gustó (S. Johanson me gustó muchísimo).
Pequeña Miss Sunshine es inmensa.
Happy Feet (ver mi blog XD) es genial.
¿Será que cuando estás enamorado todo te parece más bonito? ^^
Me parece que para presentar Días de Cine uno tiene que ser funcionario de RTVE o matar al que está ahora.
ResponderEliminar¡Menos mal que no me dedico al cine que si no..!
Menos mal que no te dedicas a esto, porque tendrías que pagarte una escolta y revisar todos los días los bajos de tu coche. En cuanto al cine actual (en cartelera), estoy contigo, deja bastante que desear y no tienes más que ver el trailer de la película para darte cuenta del bodrio que te meten. Para ver buen cine, las madrugadas del domingo de la 2 son cojonudas,¿verdad, ottinger?
ResponderEliminarSalud
Pues solo he visto Casino Royale y me pasé media película intentando convencer a mi mente que el rubio con pinta de hombre de la guerra soviética era el bueno... Porqué será...
ResponderEliminarSobre las otras... se me quitaron las ganas de verlas. Excepto Scoop, q creo q iré.
Por cierto, todavía me estoy riendo con la descripción de Miss Sunshine.
Gasset ya no es él que era desde que dijo que todos los años que llevaba presentado "Días de cine" habían merecido la pena para poder presentar "Alatriste", con una crítica en la que sólo faltó una lista con los cines donde se estaba poniendo para que fuesen los espectadores a verla. Además, lo de ser funcionario no sé que decirte, que creo que está la cosa jodida en RTVE.
ResponderEliminarHarry, efectivamente, la madrugada en la 2 es todo un homenaje al cine. Seguiremos coincidiendo en el messenger y en el canal de televisión a esas horas.
Victoria, es que el rubio es el malo. Estoy convencido que en la siguiente entrega, que arranca donde acaba "Royale", M descubre que el rubio es un infiltrado de KJB reconvertido al Islam y miembro de Al-Qaeda. Creo que se le llama giro argumental.
Estaba pensando en escaparme un par de horas este fin de semana al cine, pero tu descripción de la cartelera actual me ha dejado tan acojonao que casi mejor me pongo otra vez el DVD de Manhattan...
ResponderEliminarLo mejor es volver a ver pelis viejas, ¡¡¡hay tantas buenas!!!
ResponderEliminarDe la lectura de tu post me ha quedado algo "flotando". Es que no entiendo por qué los actores deben doblarse. ¿No es que un actor no sólo es lo gestual, sino también lo verbal? O los sonidistas son malos, o los actores son malos... No entiendo por qué hay que doblarlos... y menos, que los doblen con voces de otros.
¿No sería perfecto que los actores fueran tan buenos que dijeran sus parlamentos de una, y que el sonidista tomara el registro hábilmente... y que sí hubiera trabajo de subtitulado, para no "manipular" la escena?
liliana quiero decir que lo que no tienen que hacer es doblarse, que para eso hay actores específicos que se dedican a ello con gran profesionalidad. EL comentario viene a raiz de la manía (quizá les obligen a ello) de muchos actores españoles que han trababajado en Hollywood y luego se han doblado a sí mismos para la versión española, de manera lamentable. Aitana Sánchez-Gijón en "Un paseo en las nubes" (no lo hacía mald el todo), Antonio Banderas (que afortunadamente para él ya no se dobla), Bardem en los "Fantasmas", Jordi Mollá...
ResponderEliminarC.C. Buxter también las hay buenas en cartelera, no dejes de ver "El ilusionista", por ejemplo. Un gran película que aunque vas intuyendo el final según avanza te dejas engañar.
Un saludo.-
Vi El Ilusionista. Me gustó su puesta en escena, pero sí, es una pena que el desenlace se anticipe.
ResponderEliminarEn cuanto al doblaje, entiendo lo que dices. Lo que no entiendo es por qué en España doblan las pelis. Aquí no lo hacen. Sólo las subtitulan si son habladas en un idioma diferente al castellano. Los diálogos son dichos por los actores.
No me imagino a Woody Allen con otra voz, ni a De Niro, ni a Harvey Keithel...
No os perdáis Babel, de lo mejorcito que se ha visto este año.
ResponderEliminarSalud (que después de ver algunas pelis, nos hace falta)
¡"La peor película de Allen en muchos años"! Ha tardado la mula en arar el campo necesario para que pueda ver ya la película pero, a ojos cerrados y haciéndote caso, si es la peor de Allen en años siempre podrá ser mejor que la de otros ¿o no?
ResponderEliminarel_situcionista,pues de muchos otros seguro que sí, sólo hay que leer la entrada. Lo malo es que la meta de este hombre de hacer una película al año y la necesidad afectiva de comparti plano con Johanson hace que se confunda con las letras del ordenador.
ResponderEliminarjuan cosaco, la verdad es que las referencias que llegan de Babel no son nada buenas (entre otras la crítica de Días de Cine). No sé, ver al Pitt en su pose dramática me produce un poco de grima. Si saliese su señora que si es una buena actriz (con malos papeles).
libérate de prejuicios, amigo, ¿es que no viste Fight Club? ahí tienes una más que buena peli del Pitt.
ResponderEliminarjoder, casi voy y digo "be Pitt, my friend"
jajaja
juan cosaco, liberado de prejuicio te pregunto, cuando hablas de "Fight Club" te refieres a la película del gran Edward Norton en la que aparece Pitt haciendo de sí mismo? Porque en un orden de referencias para recordar la película Pitt aparece bastanre alejado de la cabeza.
ResponderEliminarAún así espero ver Babel, que a uno le gusta que le sorprendan. Lo mismo desde que se ha casado y quiere ser arquitecto ñe ha brotado el talento.
Un saludo.-