16 de septiembre de 2011

The Adjustment Bureau, de George Nolfi

La película la vi hace ya algunos meses, pero por vagancia o por estar muy ocupado no eché un rato para escribir la reseña. Los que leen este blog saben de nuestra querencia por el género de la ciencia ficción. Tampoco ocultaremos que Philip K. Dick (ustedes lo recordarán de títulos como "El hombre en el castillo", "Ubik" o "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", título éste último que inspiraría la inquietante y famosa película Blade Runner, entre otras), es uno de nuestros escritores de ciencia ficción preferidos. En el caso que nos ocupa, uno de sus relatos, titulado "The Adjustment team", sirve como inspiración nuevamente para una película.

La película, dirigida por George Nolfi y protagonizada por Matt Damon y Emily Blunt, nos habla acerca de la manipulación del destino por parte de una agencia que se encarga de dirigir todos los movimientos de los seres humanos. Estos, tendrían prefijado un camino en la vida y la agencia velaría porque sus "protegidos" no se movieran ni un milímetro del plan trazado. La trama se iniciaría en el momento en que uno de esos "protegidos" se salta el protocolo planteado y trata de eludir a la predeterminación, provocando de esta manera la alteración de todo un plan universal. 

Tanto el relato como la película nos induce a la cuestión, tan discutida por la filosofía y las religiones acerca del destino de las personas. El debate teleológico, esto es, la búsqueda de un sentido o un fin a la vida se pone aquí de manifiesto a través del discurso de la predestinación. A través de ella, el destino de cada uno de nosotros estaría prefijado por un plan previo, como le ocurre a nuestros protagonistas. Un político, encarnado por Matt Damon, y una bailarina, interpretada por Emily Blunt, se conocen en el baño de un hotel la noche en que se van a conocer los resultados de las elecciones. De ese encuentro dependerá el futuro del político. Sin embargo, algo se sale del guión y el político que debería haber considerado aquello como un encuentro casual, comienza a sentirse enamorado por la bailarina y trata de buscarla. Esta situación genera un problema a la agencia ya que trastoca los planes previstos, lo cual, a priori, tendría consecuencias que escapaban al control de la agencia y al del plan universal. La agencia, que no sabemos si está compuesta por ángeles o por implacables funcionarios del gobierno (realmente no nos queda claro quién es el jefe de esta organización), inicia una persecución con el fin de evitar que el político encuentre a la bailarina y se enamoren.

Como en este blog no nos gusta hacer spoiler dejaremos al lector que descubra el desenlace de la película a través de su visionado. Si se decide por ello, esperamos que la disfrute.

12 de septiembre de 2011

El corto verano de la anarquía, de Hans Magnus Enzenberger

10 años después de los atentados de Nueva York y es común que nos preguntemos dónde estábamos en aquel momento en el que vimos caer aquellas torres. Si alguien me pregunta dentro de unos años dónde estaba y qué hacía yo en el décimo aniversario de dicho acontecimiento, les podré decir que estaba en mi casa en Managua leyendo "El corto verano de la anarquía. Vida y muerte de Durruti" de Hans Magnus Enzensberger. Lo cierto es que me lo leí en una tarde porque la manera en que está escrito, invita a devorar las páginas. 

Precisamente porque la vida de este anarquista tiene muchos rasgos novelescos y para dar cierta verosimilitud a la biografía el autor revisa la vida de Buenaventura Durruti a través de reportajes, discursos, octavillas, folletos; así como memorias y entrevistas con testigos oculares que sobrevivieron a la persona y convivieron con el mito. El autor juega con esos retazos para dar coherencia al relatos de la misma manera que el realizador de una película corta y pega trozos de película para contar una historia. A lo largo de los testimonios, el autor nos acompaña y realiza sus comentarios para contextualizar los testimonios profundizando en los orígenes del anarquismo español, el pistolerismo en Barcelona, la Revolución española, el frente de Aragón, hasta llegar a la defensa de Madrid donde el héroe proletario encuentra su muerte. 

El libro me recordó a "Homenaje a Cataluña" de George Orwell, donde se relata desde otra perspectiva, la primera persona; y desde otro posicionamiento político, el comunismo trotskista; los sucesos ocurridos en Barcelona, tanto políticos como sociales, durante la Guerra Civil Española. 

Enzensberger aquí disecciona la importancia del anarquismo y su lucha en España, una importancia que ha sido invisibilizadada por el resultado final de la guerra y por el devenir político del país, donde las opciones socialdemócratas y comunistas, antaño minoritarias, pasaron a ocupar el espacio dejado por el anarquismo. A través de la figura de Durruti, cuya existencia retrata las vicisitudes del movimiento; logramos acercarnos a esa Barcelona proletaria que luchaba por sus derechos laborales; a ese Aragón que comenzaba a realizar la revolución hacia el comunismo libertario mientras debía hacer la guerra; a esa situación desesperada de la ciudad de Madrid sitiada por las tropas fascistas.  

5 de septiembre de 2011

Lamentaciones de un prepucio, de Shalom Auslander

Admitámoslo. Con un título como éste es casi imposible que tu espíritu gamberro, ese que aún te anima a contar chistes escatológicos en cuanto tienes la oportunidad, no te obligue a abrir el libro. Dicho y hecho.

La librería era un nido de silencio. Esos silencios que sólo albergan ciertas librerías los días después de las grandes compras. Claro, si haces el Sant Jordi una semana más tarde de lo que corresponde parece que ha pasado un huracán por la librería. Estanterías semivacías, con los ejemplares apilados en algunas esquinas, otros torcidos, apoyándose en sus compañeros como si necesitasen reposar de tanto esfuerzo, las mesas casi vacías y desordenadas.

El ambiente post catastrófico se había trasladado a los pocos clientes que allí nos juntamos una tarde. Pocas miradas y muchas menos palabras, con un único y constante sonido de fondo del teclear del ordenador de la dependienta. Y, casi sin querer, te topas con un libro Lamentaciones de un prepucio. Se activa entonces ese espíritu gamberro que abre el libro, lee la primera página y enciende dentro de ti ese pequeño saco de la risa. Te sacudes en mitad de unas carcajadas incontroladas y comienzas a pensar que tu vida no estará completa hasta que hayas podido leer y reírte este libro.

¿Qué es lo que explica esa primera página de Lamentaciones de un prepucio? Explica la obsesión de su autor, Shalom Auslander, con dios. Pretendidamente autobiográfico, este libro escenifica la violenta relación del autor con un ser superior al que imagina manipulador, vengativo y a la vez paciente en la planificación de su venganza. Un ser capaz de esperar a que la felicidad total y plena alcance a sus criaturas para castigarla de la manera más cruel que uno se puede imaginar.

Auslander procede de una comunidad ortodoxa judía de Nueva York. Sin embargo él no encaja en la infinidad de normas contradictorias que le intentan meter en la cabeza. Un tema que ya ha sido muy tratado tanto en la literatura como en el cine. Sin embargo la novedad del libro de Auslander reside en la ya mencionada relación con dios. Auslander, de espíritu gamberro, sigue atreviéndose a contravenir las reglas de la fe que ya no profesa, y a cambio piensa que dios va a por él. Que le espera a la vuelta de cada esquina para enviarle una maldición o asesinar a su ser más querido de la manera más irónica concebible. Por eso, cualquier buena noticia se convierte en seguida en un temor irracional dentro de él que lo lleva a intentar compensar su felicidad con el cumplimiento aislado de alguna regla religiosa.

Escrito con un gran sentido del humor, el libro no termina de ser más que un chiste. Un chiste contado a lo largo de 298 páginas, que se extiende más de lo que uno desearía ya que, una vez que has entendido el sentido del chiste, lo que quieres es que acabe.

Por el contrario, más allá del chiste podemos encontrar un gran contenido de cultura religiosa judía. Al menos en este país –que no se dice “este país, que se dice España”- la cultura judía está poco menos que escondida. Frente a los cursos de cultura árabe, china, japonesa y tantas otras, la divulgación de las tradiciones judías y, sobretodo, de su cultura religiosa –con sus normas y sus concepciones del mundo- están ausentes del conocimiento colectivo. Auslander, siempre en clave de humor, nos explica la extrema complejidad que entraña la bendición de la mesa para un judío. También cuenta la dificultad de vivir un Sabbath sin poder encender una bombilla –y el porqué de no poder encender una bombilla en Sabbath. De manera que, al mismo tiempo que se conoce la religión judía, uno se puede reír de sus normas y comprender la dificultad de la existencia de Auslander hasta que logró salir de su comunidad.

Es este es uno de los méritos del libro de Auslander. Que te hace reír de una cultura que no conocías, algo que todo adolescente que llevamos dentro es capaz de apreciar y de valorar. Algo que toda cultura debería hacer de sí misma, aunque en ocasiones sea doloroso. Algo que, por desgracia, la mayoría de las culturas considera sagrado y termina por ser castigado. Por suerte para Auslander, dios de momento sólo le ha castigado con una colaboración habitual en la gran The New Yorker, la publicación de este libro, un matrimonio feliz con una mujer judía con la misma carencia de fe que él y el nacimiento de su primer hijo. Y sí, como ya supondrán, la venganza de dios que Auslander imagina contra él será de carácter bíblico. O talmúdico, como prefieran.