16 de diciembre de 2010

En el 235º aniversario de Jean Austen

Hoy se cumplen 235 años desde que nació Jean Austen. Una escritora de cuyos libros decía Evelyn Waugh que eran perfectos para viajar en tren: mientras él se disponía a echar un sueñecito, dejaba la puerta del compartimento entre abierta con un libro de Jean Austen para que entrara aire fresco.

2 de diciembre de 2010

Pluja Constant, de Pau Miró

Pocas, muy pocas veces nos viene el teatro a visitar a este espacio. No será porque los destripadores no vayamos a este espectáculo que ya casi cuesta menos que una tarde de palomitas y cine y que, además, siempre promete cosas interesantes. O bien risas, o reflexiones o charlas nocturnas de regreso a casa. Por eso, porque vamos muchas veces, es importante hacer el esfuerzo de plasmar aquí trabajos teatrales tan bien hechos como “Pluja Constant”.

Esta obra está siendo representada en la sala La Villarroel de Barcelona, bajo la dirección de Pau Miró. El libreto es de Keith Huff y ha sido un éxito de taquilla en EE.UU. pasando a ser representada de Chicago a Los Ángeles o Broadway. Aquí nos llega sin cambios de ambientación o adaptaciones del libreto a la cultura local en tanto en cuanto la globalización del imaginario cultural americano nos hace comprensibles cualquiera de los elementos que se representan.

El género del thriller o de la novela negra al estilo americano no está muy plasmado en las tablas. No es habitual ver una obra de teatro sobre una historia de policías y que, a pesar de lo que se piensa sobre el arte teatral, represente la acción de una manera tan trepidante. En épocas del 3D y demás modernidades, poder disfrutar y encogerse en el asiento de impresión por una obra de teatro significa que alguien hace muy bien su trabajo.

Y más si se paran a pensar que sólo hay dos actores sobre el escenario. Joel Joan y Pere Ponce, dos conocidos de las cámaras de televisión, se plantan en la piel de los policías Danny y Joey, un italoamericano y un irlandés –los irlandeses no dejan nunca de ser irlandeses para pasar a ser americanos. Entre ellos dos nos cuentan la clásica historia de policías de barrios bajos de una ciudad norteamericana en decadencia, durante la década de los 70. Una historia de Starsky & Hutch.

Joey y Danny son dos niños hijos de inmigrantes que han crecido en los barrios pobres de Chicago. Allí traban una amistad que continúa hasta el momento en que nos presentan a los dos personajes, adultos, siendo compañeros en el cuerpo de policía de la ciudad. Joey –Pere Ponce-, irlandés, no tiene familia. Vive agarrado a la botella, desilusionado porque siempre le deniegan el ascenso a detective y a la sombra física de su compañero. Danny –Joel Joan- tiene mujer y dos hijos, una casa grande en donde ver la televisión con su familia, una manera poco ortodoxa de ejercer su profesión y el único problema de buscar una salida para la vida de su amigo Joey. A partir de aquí iremos entrando en una historia en donde se mezclan infidelidades, prostitución, drogas y un tiro perdido.

En la versión americana los actores que representaron la obra fueron Daniel Craig –Joey o Pere Ponce- y Hugh Jackman –Danny o Joel Joan. No sé hasta qué punto estos actores eran capaces de hacer sobre el escenario todo aquello que los dos actores catalanes hicieron durante la representación de anoche. La obra está contada a base de monólogos o pequeños diálogos entre los dos personajes. Ellos solos son capaces de contar la historia, de hacer que te imagines a todos los personajes, que, a pesar de que estés sentado en una silla escuchando cómo te cuentan una historia en pasado, saltes inquieto y te estremezcas ante las situaciones de tensión que nos representan.

Joel Joan, un actor que despierta tantas simpatías como odios, está estupendo. Siendo él mismo, es capaz de hacerte sentir el dolor a través del retorcimiento de su cuerpo, de comprobar cómo la podredumbre se va abriendo paso a través de su cuerpo. Pere Ponce está al mismo nivel o más que él. Dos actores complementarios que interpretan papeles distintos y que evolucionan durante la representación. Incluso, en un momento dado, son capaces de interpretar a dos voces una rock que deja en el peor lugar a muchos de los mal llamados artistas de la canción.

Más allá de la historia y de las excelentes representaciones de Ponce y Joan, la obra deja ese regusto amargo que llega tras la derrota. Una derrota que llega cuando el círculo de la vida se convierte en espiral descendente y el personaje se ve incapaz de ponerle freno a su caída. Algo que da tanto miedo porque todos estamos siempre muy cerca de ese abismo que nos refleja la historia. Lo que ocurre es que siempre encontramos escalones a los que agarrarnos en mitad de la caída, escalones que se pueden llamar familia, ahorros o seguridad social. Pluja Constant es la historia de dos manos que se agarran a varios escalones durante una caída, y la historia de cómo, uno a uno, con deferente carencia, éstos se rompen dejando al vacío como único testigo de la tragedia.

1 de diciembre de 2010

Harry, revisado, de Mark Sarvas

Antes de cruzar el Atlántico, las personas que me lo enviaron debieron pensar que con dicho título, el libro tendría algo que ver conmigo. Tras cinco años escribiendo bajo el mismo pseudónimo, aquellos que me han leído, o incluso quienes me conocen, me identifican más bajo el nombre de Harry, que por el mío propio o por el diminutivo. Sin duda, aquellos que me lo enviaron y según lo que me indicaban en la dedicatoria, pensaron en mí cuando lo vieron en la estantería de la librería. Un Harry, revisado, no puede hablar sino de una persona que se revisa continuamente, como tengo por costumbre hacer en mi blog personal. Con mis antecedentes y la casualidad del título del libro, supongo que fue el acicate que a mis queridos amigos les bastó para comprármelo y enviármelo a Nicaragua.

Ni que decir tiene, que tengo la mala costumbre de leerme los libros de una sentada. En este caso fueron dos días, porque no sé qué pasó, que tuve que dejar de leer, me fui a la cama y tuve que dejarlo para el día siguiente. A pesar de mis voracidad lectora, el libro se deja leer bastante bien e incluso podría afirmar que me lo hubiera leído en una tarde, si no fuera, como dije antes, porque tuve que dejar de leer.

Antes de empezar a leerlo, me tomé un rato para averiguar quien lo había escrito. Al parecer, su autor, Mark Sarvas es un bloggero muy famoso en los EEUU, y esta es su primera novela. Supongo que es el sueño de algunos bloggeros, el ver publicado en papel lo que uno escribe. Digo supongo, porque a veces he pensado escribir algo para que me lo publiquen, pero soy demasiado vago e inconstante para terminar un proyecto semejante, toda vez que voy de una idea a otra, tengo dificultades con los párrafos y cierta tendencia a repetirme. Parece que Marc Savas lo ha conseguido y se puso a escribir, supongo también que animado por el éxito de su blog, las suculentas ofertas de las editoriales ávidas de nuevos talentos v. 2.0 y algún que otro piropo de alguna groupie de los blogs. Para ser su primer intento, no le ha ido mal, pues ha sido traducido a varios idiomas y ha tenido buenas ventas. El caso es que se lee bien, es entretenido y tiene algo de humor negro.

Sobre la trama, decir que se trata de un tipo, de nombre Harry, que horas después del fallecimiento de su esposa, se pone a coquetear con una camarera. Harry, que quiere ligársela, sabe que siendo él mismo, no va a conseguir nada de nada, y se reinventa a sí mismo, siguiendo el modelo del Conde de Montecristo. Durante el transcurso de la novela, Harry va repasando la tormentosa relación con su esposa y definiendo la estrategia para conquistar a la camarera, lo cual le lleva a situaciones absurdas y rocambolescas. La vida anterior de Harry, basada en las mentiras que continuamente marcaron su relación conyugal, dará paso a una nueva vida que irá definiendo a través de su revisión y transformación en una nueva persona.

Puedo decir que en algunos momentos me identifiqué con el personaje y en otros momentos lo detesté profundamente por lo patético y mezquino que es. No obstante, si algo tiene de bueno Harry es que no se da por vencido y trata de cambiar todo aquello que le ha hecho infeliz en su anterior existencia.

Quien tenga curiosidad por saber qué le pasó a Harry y por qué está revisado, que se lo lea. Aquí siempre animamos a la lectura, aunque no nos haya gustado el libro, y en esta ocasión, sí que lo ha hecho. De nuevo, agradecer a mis queridos amigos el hacerme llegar este libro, que he disfrutado, a pesar de habérmelo leído de una sentada.