12 de diciembre de 2006

Cine del recuerdo (y más)

Para “Centauros del desierto”, cincuenta años no es nada. El mejor John Ford con el mejor John Wayne en una de las películas más reconocidas de la historia del cine, ha cumplido medio siglo. Recomendable recuperación de este clásico del oeste casi insuperable. Espero que pese a la reedición de un DVD remasterizado, algún canal de televisión se digne y nos la ponga (aunque sea a las tres de la madrugada). Una muestra del enorme talento de Ford, que realizó una película que planteaba por primera vez en el cine (y eso es casi decir por primera vez en todos los demás ámbitos) las matanzas de indios a manos del hombre blanco (diremos que primero los comanches asesinan a la familia de Wayne). Hombres americanos que no aparecían como los típicos héroes de las demás pelis de vaqueros, en los que salvaban a las mujeres de caer en las redes del rostro pálido. Todo un adelanto para su época.

Pero como no sólo de clásicos se vive, me cuelan “The Holiday (Vacaciones)” de la Rosa de Inglaterra, la guapa Cameron Díaz, el gran Jude Law y ese otro que sale y cuyo talento se le supone. Si pueden elegir, alquilen el DVD de “Centauros en el desierto”. Que no es por ser negativo pero es que lo único que salva es el cameo de Dustin Hoffman en el Blockbuster. El resto aburrido, previsible y sin chispa. Menos chispa que el psicoanálisis que Daniel Burman se marca en la argentina “Derecho de familia”. Un hijo que es profesor de derecho y abogado y que mantiene una extraña relación con su padre. Fruto ésta de todas sus neuras y traumas. Se me olvidó comentar, en la entrada anterior, “El ilusionista”. Una pequeña joya que Norton y Giamatti bordan a la perfección. Gran cine en una historia que no cuenta nada nuevo pero que te envuelve desde el primer momento, sin perder de vista la acción ni un solo momento, por muy evidente que sea el final. Curioso para un director cuya anterior película es “Entrevista con un asesino”.

Pero la actualidad manda, y el día 10 otro “que se muere en la cama nos dejó. Por ello recordamos tres películas. La primera de ellas “Missing”, recomendada por Harry (queda pendiente su crónica de esta película). Costa-Gavras nos narra la historia de Jack Lemmon y Sissy Spacek, que buscan a su hijo desaparecido en Chile tras el golpe de Pinochet. Un reconstrucción del golpe y la situación que se produjo después, con los miles de desaparecidos que el maestro Costa-Gavras, en la primera persona de unos padres que exploran el horror de la dictadura, relata de forma directa y frontal.

Más adelante, la sobrina de Allende escribió “De amor y de sombra”, una novela que llegó al cine de la mano de Betty Kaplan. Una historia que nos cuenta como la casualidad lleva a un fotógrafo, Banderas, y su compañera, Connelly, a encuentrar decenas de cadáver de represaliados de la dictadura chilena. Un punto de inicio para el relato de un drama sobre el Chile que acabó con el gobierno Allende.

Por último, hay muchas otras películas, y por analogía “Garaje Olimpo”. Se trata de Argentina y no de Chile pero la crudeza y semejanza de las formas la hacen más que recomendable. Relata la historia de una chica, que es detenida en Argentina durante la dictadura y que, tratada por unas personas que no parecen especialmente crueles, uno de sus captores es un conocido. Le encierran en un garaje donde intentan sacarle toda la información posible. Sin grandes escenas de violencia, la cinta conduce inevitablemente a decenas de cuerpos drogados a la parte trasera de un camión rumbo a un avión para iniciar un viaje cuyo final ya estaba escrito.

5 comentarios:

  1. Yo tengo mis reservas tanto para la película sobre Chile como la que está recreada en la Argentina.

    En el caso de la primera, el guión permite pensar que todo se reduce al enfrentamiento de dos hermanos, uno legal y el otro no reconocido, cuando el problema era bastante más diferente.

    En el caso de la segunda, pareciera ser que los guerrilleros ponen bombas porque son malos y luego simplemente se convierten en víctimas de alguien peor que ellos. También aquí la ideología y el compromiso político de toda una generación (hoy desaparecida) es dejada de lado, como si fuera una frivolidad.

    Todavía no se ha filmado la película que hable de lo que pasó, sin miedo, sin culpas, con todo el coraje que hace falta.

    De todas maneras, es mejor que existan estas pelis, pues sirven como detonante para aquellos curiosos que quieran saber qué pasó.

    Sobre Costa Gavras, nada... El hombre sabe de lo que habla. Toda su vida la pasó denunciando, y lo bien que lo ha hecho.

    Un abrazo desde Baires.

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  2. Bien traidas estas pelis, si señor!
    Ahora faltan algunos documentales sobre Allende.
    Salud!

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  3. Películas que retratan realidades angustiosas...

    un saludo

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  4. Ver a las víctimas de Villa Grimandi hablar de lo que allí les hicieron en el documental "El Caso Pinochet" -ya se, Ottinger, que no te gustó tanto como a mí- basta para estremecerse y sentir el terror de aquellos años.

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  5. Sí, es verdad, faltan algunos muy buenos documentales sobre Allende o las torturas como bien dice el_situacionista. Pero me refería más a películas en el sentido bíblico de las palabra y no tanto a pelis-documentales.

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