2 de diciembre de 2008

De versiones

En los últimos tiempos han llegado a mis manos algunos discos de versiones. De estreno y al borde de la descatalogación, ahí va el comentario.

Soul, de Seal

Sin duda, la voz de Seal es una maravilla. Con un tono envidiable que recuerda a los cantantes negros clásicos del Orleans de los mejores tiempos, y con unos temas sabiamente adecuados. Quizás, el problema de este disco no es el magnífico trabajo de reconstrucción y adaptación, sino lo superfluas que resultan la mayoría de las versiones. Sí, son buenas. Sí, merecen la pena. Pero no dicen mucho. Tienen un inevitable aire a hilo musical que detona falta de personalidad. Escucharemos alguna de estas versiones en películas de moda, especialmente británicas del corte “Love actually”, camufladas en una banda sonora de retales bien conjuntados y nos parecerán grandiosa. No lo duden.



La vida, de Ainhoa Arteta

Todavía no sé muy bien cómo llegó este disco a mis manos. Había escuchado algo del lanzamiento, más o menos bien promocionado, y que la cantante de ópera había sacado un disco de versiones de sus canciones favoritas. Trece temas que ha elegido personalmente y que ha destrozado sin contemplaciones. Supongo que animada por el éxito del Il Divo, se decidió a dar el paso al jazz camuflado con un pop vocal. No se trata de que le falte voz, es sólo que las versiones son una autentica mierda. Sí. No hay término medio. Cuando caminaba por la canción cinco, después de haber ido saltando por las anteriores, decidí escuchar directamente aquellas que me interesaban. “Ne me quitte pas”, la única que me llamó la atención y pueden adivinar que no para bien. El disco es sencillamente un horror. Deberían retirarlo del mercado y Arteta debería encargar su próxima compilación de versiones a alguien que sepa adaptarlas al calibre de su voz.



We love Ella!, de VV.AA.

Ella Fitzgerald es, probablemente, la más grande dama de la canción de la historia de la música. Algo difícilmente discutible. Puede que por ello la admiración por esta diva sobreviva generación tras generación. Este disco, más que de versiones, es un homenaje de algunos buenos cantantes a una Ella a la que toman prestados sus temas más conocidos. El trabajo colectivo incluye canciones más o menos previsibles como “Too close for comfort” de Michael Bublé o “You are the sunshine of my life” de Stevie Wonder. Pero también incluye algunas pequeñas joyas como “Oh Lady Be Good!” de Dianne Reeves o “Reaching for the moon” de Lizz Wright. No se trata de un gran álbum, pero sí una buena suma de canciones y cantantes. Si pueden, háganse con una copia a buen precio.



Leaving on a manday (Limited deluxe), de Anna Ternheim

Anna Ternheim, cantautora sueca, nos presenta su nuevo álbum con un extra que incluye unas cuantas versiones de algunos de sus temas favoritos. De los presentados en la entrada de hoy, este es, con diferencia, el único disco de versiones. O realmente es la única que se ha molestado en versionar en algo más que en cambiar la voz que interpreta la canción. El ritmo y el tono que da a cada una de las canciones, uniformemente repartido a lo largo de todo el álbum, denota un trabajo que mima cada una de las canciones con tanto cuidado como tiene la dulce voz de Ternheim en pronunciar cada sílaba. Un verdadero placer escucharlo.


1 comentario:

  1. Bueno, pues el tal Seal es un tipo que siempre me ha parecido aburridísimo. No me sorprende por tanto tu opinión. De hilo musical, sí.

    Lo de Arteta, imaginable. Lo poco que salió en la promoción parecía infumable.

    El de Ella, claro jugando a ganador. Ya me lo pasarás para que haga una copia de seguridad ¿vale?

    Y el de la sueca... ni lo conocía. Te lo pediré también, qué leches.

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